El sueño es una parte fundamental de nuestra vida y bienestar, pero pocas personas prestan atención a la manera en que duermen. La postura en la que descansas puede influir en tu calidad de sueño, tu salud física e incluso en el desarrollo de ciertos problemas médicos. Algunas posiciones pueden parecer cómodas, pero con el tiempo pueden causar molestias o afectar negativamente tu cuerpo.
Las peores posturas para dormir
Dormir boca abajo
Aunque muchas personas encuentran esta posición relajante, dormir boca abajo puede ser perjudicial para la columna vertebral. Esta postura ejerce una gran presión sobre el cuello, ya que la cabeza debe girar a un lado para poder respirar. A largo plazo, esto puede generar dolor de cuello, problemas en la columna y tensión en los músculos.
Dormir con los brazos sobre la cabeza
Algunas personas duermen con los brazos levantados o debajo de la almohada. Sin embargo, esta postura puede comprimir los nervios de los brazos, provocando entumecimiento y hormigueo. Si sientes que te despiertas con las manos dormidas o con dolor en los hombros, esta podría ser la causa.
Dormir en posición fetal extrema
Aunque dormir de lado es una de las posturas más recomendadas, encogerse demasiado en una posición fetal puede restringir la respiración y generar tensión en la espalda y el cuello. Lo ideal es mantener una ligera curvatura en las piernas, pero sin exagerar.
La mejor postura para dormir
La posición más recomendada por los expertos es dormir de lado, preferiblemente sobre el lado izquierdo. Esta postura facilita la digestión, mejora la circulación y reduce la presión sobre la columna. Además, ayuda a evitar problemas como el reflujo gástrico y favorece una mejor oxigenación del cuerpo.
Consejos para mejorar tu descanso
Usa una almohada que mantenga tu cuello alineado con la columna.
Si duermes de lado, coloca una almohada entre las rodillas para reducir la presión en la cadera.
Evita dispositivos electrónicos antes de dormir, ya que la luz azul puede afectar tu descanso.
Mantén un ambiente oscuro y fresco para mejorar la calidad del sueño.
Dormir bien no solo implica el número de horas que descansas, sino también la manera en que lo haces. Hacer pequeños cambios en tu postura puede marcar una gran diferencia en tu bienestar general.
